viernes, 11 de enero de 2013

El reloj de plata. (II)

-Sigo sin entender que haces acá.
-Ya te dije, vine para arreglar tus errores.
-¿Mis errores?, ¿MIS ERRORES? Querrás decir los tuyos.
-No, acordate que somos los mismos, claro que yo soy del futuro…
-¿Del futuro? Dale, lo único que sabes decir es eso viejo, seguramente queres que caiga en tu juego para después estafarme. ¿Te pensas que  no conozco a gente como vos?, dale, andate.
-¿Seguís sin creerme? ¿Sabes algo? ¿Sabes como llegue acá?
-No, no me interesa, quiero que te vayas.
Abrí la puerta y justo cuando estaba por echarlo, me susurro al oído.
-Me trajo el reloj de plata.
-¿Qué? Sentate. El reloj de plata es una tonta historia infantil, aparte, solamente existió uno solo en el mundo y se rompió.
-No, vos sabes que no solo es una tonta historia, los restos del reloj se encontraron, pero jamás pudieron armarlo de nuevo.
-¡EXACTO! Por esa razón es imposible que vos vengas del futuro, ahora retirate.
-Realmente no vengo del futuro.
-Retirate.
-Vengo del pasado, pero también del futuro.
-Imposible.
-James Meeks, el viajero que escribió la historia sobre el reloj de plata, quedo atrapado en el tiempo, ¿Te acordas?, el tenia que esperar cincuenta años para volver a usar el reloj de plata, lamentablemente, murió.
-¿Y?
-Y ahí fue cuando yo encontré el reloj. La historia que escribió Meeks, no era más que un cuento para niños, pero yo sabia que el reloj existía y fue en aquella pequeña tienda que lo compré. Viaje al futuro y no fue agradable, volví al pasado, hace aproximadamente tres años para poder verte, ¿Ahora entendes?
-Claro, es razonable. Hace tres años atrás encontraron los restos del reloj de plata, pero nunca supieron repararlo. Pero…
-¿Te queda alguna duda?
-Sigue siendo imposible, ¡El reloj de plata no permite a los viajeros encontrarse con ellos mismos!, ¡Según Meeks los enviaría de nuevo hasta su tiempo actual!, Explícame eso maldito mentiroso…
-Lo que Meeks no sabía es que el reloj de plata al romperse, perdió su “Magia” por así decirlo y de esa manera puedo estar teniendo esta charla con vos.
-¿Y el?
-Ha, vamos, quedo atrapado en el tiempo, el no había nacido todavía, era imposible encontrarse con el mismo.
* * *
-¿Y entonces queres que te ayude a repara el reloj de plata?
-Si.
-Va a ser difícil, los restos están guardados en un departamento especial, para que nadie pueda tocarlo, debería tener un permiso especial y lamentablemente no lo tengo.
-Ha, vamos, tengo que poder arreglar el reloj para irme de acá y dejarte tranquilo con tus errores, eso es lo que hubiera querido Meeks.
-Voy a hacer lo posible, yo también quiero que te vayas, no quiero convertirme en vos.
-Jaja, eso lo veremos, solo el tiempo lo dirá...


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