-Ya te dije, vine para arreglar tus errores.
-¿Mis errores?, ¿MIS ERRORES? Querrás decir los tuyos.
-No, acordate que somos los mismos, claro que yo soy del
futuro…
-¿Del futuro? Dale, lo único que sabes decir es eso viejo,
seguramente queres que caiga en tu juego para después estafarme. ¿Te pensas que
no conozco a gente como vos?, dale,
andate.
-¿Seguís sin creerme? ¿Sabes algo? ¿Sabes como llegue acá?
-No, no me interesa, quiero que te vayas.
Abrí la puerta y justo cuando estaba por echarlo, me susurro
al oído.
-Me trajo el reloj de
plata.
-¿Qué? Sentate. El reloj de plata es una tonta historia
infantil, aparte, solamente existió uno solo en el mundo y se rompió.
-No, vos sabes que no solo es una tonta historia, los restos
del reloj se encontraron, pero jamás pudieron armarlo de nuevo.
-¡EXACTO! Por esa razón es imposible que vos vengas del
futuro, ahora retirate.
-Realmente no vengo del futuro.
-Retirate.
-Vengo del pasado,
pero también del futuro.
-Imposible.
-James Meeks, el viajero que escribió la historia sobre el
reloj de plata, quedo atrapado en el tiempo, ¿Te acordas?, el tenia que esperar
cincuenta años para volver a usar el reloj de plata, lamentablemente, murió.
-¿Y?
-Y ahí fue cuando yo encontré el reloj. La historia que escribió
Meeks, no era más que un cuento para niños, pero yo sabia que el reloj existía
y fue en aquella pequeña tienda que lo compré. Viaje al futuro y no fue
agradable, volví al pasado, hace aproximadamente tres años para poder verte,
¿Ahora entendes?
-Claro, es razonable.
Hace tres años atrás encontraron los restos del reloj de plata, pero nunca
supieron repararlo. Pero…
-¿Te queda alguna duda?
-Sigue siendo imposible, ¡El reloj de plata no permite a los
viajeros encontrarse con ellos mismos!, ¡Según Meeks los enviaría de nuevo
hasta su tiempo actual!, Explícame eso maldito mentiroso…
-Lo que Meeks no sabía es que el reloj de plata al romperse,
perdió su “Magia” por así decirlo y de esa manera puedo estar teniendo esta
charla con vos.
-¿Y el?
-Ha, vamos, quedo atrapado en el tiempo, el no había nacido todavía,
era imposible encontrarse con el mismo.
* * *
-¿Y entonces queres que te ayude a repara el reloj de plata?
-Si.
-Va a ser difícil, los restos están guardados en un departamento
especial, para que nadie pueda tocarlo, debería tener un permiso especial y
lamentablemente no lo tengo.
-Ha, vamos, tengo que poder arreglar el reloj para irme de
acá y dejarte tranquilo con tus errores, eso es lo que hubiera querido Meeks.
-Voy a hacer lo posible, yo también quiero que te vayas, no
quiero convertirme en vos.
-Jaja, eso lo veremos, solo el tiempo lo dirá...
No hay comentarios:
Publicar un comentario