jueves, 7 de febrero de 2013

El reloj de plata. (IV)


Volvía a casa, luego de haber visitado la tumba de mi padre que había fallecido hace una semana atrás.
En mi camino a Lituania Street, donde se alojaba mi pequeña, pero acogedora casa, venia un cartero con su bicicleta. Justo antes de entrar en mi casa, paro en frente de mi y me entrego un sobre.
 ***
-¿Rezk?, ¿Tomas Rezk?
-¿Si?
-Tengo un sobre para usted, de un tal… Lucas Rezk.
-¿CÓMO?, ¡IMPOSIBLE!
-El sobre ha estado en manos del correo por unos diez años, se nos dieron órdenes de que se lo entreguemos justo en este momento. ¿Conoce usted a Lucas?
-Es mi padre, pero el… Falleció hace una semana.
-Oh, cuanto lo siento Sr. Rezk, mi mas sentido pésame.
-Esta bien. De todas formas, aceptare el sobre.
-Firme aquí y es todo suyo.
 ***
Entre desesperado a mi casa, en mis manos tenia un sobre que mi padre había dejado para mi, mi corazón latía como nunca antes, quizás eran los nervios o algo por el estilo, mis manos temblaban, pero me atreví a hacerlo. Abrí el sobre:

16 de Septiembre de 2010.
           
            Tomas Rezk, hijo Mio, si no me equivoco, esta carta debió haberte llegado, una semana después de mi muerte.
Seguramente habrás oído hablar a lo largo de estos años, millones de historia sobre un extraño reloj que rondaba nuestra familia, en especial a mi. La historia del FBI, los viajes en el tiempo, el encuentro con mi otro yo, etc En fin, no quiero hacerte leer demasiado, se que los chicos de tu generación detestan leer mucho.
El reloj existe.
No puedo darte más detalles sobre ello, pero puedo decirte lo que debes hacer si quieres saber más.
Debes ir hasta mi casa, ya sabes, la que se ubica en December Street, en ella encontraras un pequeño paquete, no puedo decirte donde esta, ya que esta carta puede caer en otras manos, por esa razón debes buscar bien, en cada espacio de la casa, en cada cajón, ya sabes…
Búscalo y sigue las instrucciones, si todo sale bien, volveremos a hablarnos muy pronto hijo.

Lucas Rezk.

No sabia si la carta era mentira,  ¿Volvernos a hablar?, ¿a que se refería? , quizás una simple broma, pero algo me lanzo a ir hasta la antigua casa de mi padre.
Ubique al casero y le explique que yo era el hijo de su anterior ocupante, no se negó a darme la llave, sabia que yo iba a ir, estaba esperándome.
Llegue hasta December Street. Las casas allí son casi todas iguales, techos de tejas, paredes de colores muy claros, ventanas medianas, en fin, lindas casas. Entre todas esas casas de claros colores, se encontraba la casa donde vivía mi padre antes de morir, la casa donde pase como todos, la primera parte de mi vida, a las veinte logre conseguir mi propia casa en Lituania Street y me marche de ahí.
Abrí la puerta, dentro, se encontraban las pertenencias de mi padre, la casa estaba un poco sucia, pues, hacia una semana que no se limpiaba, tiempo suficiente para encontrar polvo en los muebles.
Hice caso a la carta que mi padre me dejo, jamás creí las historias que mi entorno me contaba sobre El reloj de plata, pero algo me impulsaba a seguir, algo en mi interior me decía que buscara el paquete que mi padre había dejado para mi…

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