sábado, 27 de octubre de 2012

Nota de despedida.


Era imprescindible no escapar de la escena del crimen, no quería hacerlo, él se cruzo.
La noche estaba oscura y los dos íbamos ebrios, si me hubiera dado cuenta de lo que pasaría, hubiera esperado.
Recuerdo haber salido la noche de ayer, para poder despejarme un poco de mis problemas, ahora, tengo unos aún mas grandes.
No estoy escribiendo esto para eximirme de toda culpa, al fin y al cabo, yo también la tuve. Lo hago solamente, para aclarar como sucedió todo.
Un auto, una carretera, dos personas, ¿Más resumido aún? Creo que es bastante fácil de entender.
Supongo que ambos tuvimos la culpa, uno no debía caminar por la carretera a altas horas de la noche y el otro no debía conducir ebrio.
Creo que escapar fue la mejor opción que tuve, no voy a presentarme a declarar, no quiero.
Menos así, mi cuerpo parece estar desvaneciéndose de a poco, ya ni siento las piernas, a penas y tengo fuerzas para escribir esto, con suerte, llegaré a terminarlo. Ojala alguien tenga el placer de leerlo al menos.
En fin, no voy a ir. Es una decisión tomada, que declare el conductor del maldito auto.
Si hubiera esperado, no hubiera pasado, su hubiéramos esperado…
Creo que hora de despedirse de una vez, gran parte de mi cuerpo ha desaparecido, y en minutos desaparecerá el resto, es hora de escapar de todo de una vez.
Adi-…

martes, 9 de octubre de 2012

El rastrillo.


Cuando desperté, no pude verlo, pero el estaba allí, su presencia se sentía en mi cuarto.
Varias personas del pueblo contaban haberlo visto, contaban que tenían miedo de volver a dormir.
Hoy, yo también tengo miedo de volver a dormir, no quiero verlo, no quiero ver como es él.
En cuatro simples contactos, él te lleva a la muerte. Dicen, que no tiene un claro objetivo, de por que mata a sus victimas, simplemente lo hace, los busca y los mata.
Alto, flaco, demasiado, casi desnutrido, sus ojos son huecos y negros, y en sus manos, en sus manos, tiene tres cuchillas totalmente afiladas, como incrustadas en ellas. Llenas de sangre, sus manos con esas cuchillas, parecen un rastrillo…
Siempre ataca por las noches, cuando uno duerme. Los habitantes del pueblo, por lo general, la mayoría, lo ha visto, algunos de estos decidieron partir, pero es inútil. No importa donde te escondas, donde duermas, donde vivas, donde estés, el va a seguirte, hasta encontrarte.
El primer contacto, por lo general, es sentirlo. Lamentablemente para mi suerte, yo ya realice este primer contacto, ya lo sentí.
Todavía me quedan dos contactos más, ustedes deben estar pensando, “Pero, ¿No eran cuatro contactos?”, si, son cuatro, pero el cuarto contacto, es la muerte.
El segundo, es verlo, por lo general, cuando te despertas por la noche, el esta mirándote, te despertaste seguramente por que el te toco. Si seguís durmiendo y lo ignoras, el puede irse. Si lo miras, vas a ver sus grandes ojos, huecos, negros, llenos de maldad y luego simplemente, te desmayas. Después de este contacto, tu muerte esta asegurada.
¿Por qué no quiero vivir el segundo contacto?, por que no voy a ignorarlo, lo sentí, quiero verlo, no voy a poder no mirarlo y seguir durmiendo.
El tercero, es el peor de todos, es escucharlo. Aun que, para algunos, este contacto puede ser su ultima salvación. El rastrillo, por lo general, cuando te habla, suele decirte alguna palabra, algunos de los que partieron del pueblo, lo hicieron por que el se los ordeno. En otros casos, suele decir el nombre de su próxima victima, por lo general, pariente de la victima que mata.
El cuarto, y último contacto, es la muerte. Cuando despertas, ya no esta sentado en la punta de tu cama, el esta frente a ti, mirándote. No hay vuelta atrás, te toma por el cuello, y ¡Zas!, con un simple movimiento de sus manos afiladas, te corta el cuello, te corta en mil pedazos.
Todo el pueblo tiene miedo de dormir ahora, todo el pueblo tiene miedo de verlo sentado en su cama, todos tienen miedo.
Dormir es bueno, despertar, puedo ser lo malo. El rastrillo por lo general, mata a sus victimas en un día. A veces, tarda dos, pero no importa el tiempo que tengas,  de él no podrás escapar.
Algunas personas deciden dormir para siempre, deciden quitarse la vida, para no volver a verlo, para no volver a despertar.
Dormir, despertar, sentirlo. Dormir, despertar, verlo. Dormir, despertar, escucharlo. Dormir, despertar, morir… ¿Ahora entendes por que te despertas sin ninguna razón en las noches?, La próxima vez que suceda, seguí durmiendo, ignoralo y por ninguna razón en el mundo, mires la punta de tu cama, por que El rastrillo va a estar ahí, esperando a que lo mires…